Aprovechemos estos días para compartir en familia, propiciemos la oración, oremos por el Perú y el mundo. Dios tenga misericordia de nosotros y estos momentos difíciles, terminen. Nos queda poner tu vida y la de tu familia en las manos sanadoras del Padre celestial.
Un fuerte abrazo para nuestros niños y jóvenes y quiero que sepan que sus Maestros los extrañamos mucho y seguimos trabajando en casa para ustedes.
NO OLVIDAR LA PRINCIPAL RECOMENDACIÓN, LAVARSE LAS MANOS VARIAS VECES AL DÍA.
Dios bendiga sus hogares, Señores Padres de Familia, Maestros y a cuidarse. La Divinidad de Dios nos protege.
Atentamente.
Trujillo, 21 de marzo 2020
Gabriela Sarachaga.
Directora académica.